SESIÓN INAUGURAL

lunes, 10 de septiembre de 2012


ex-ponencia para el inicio del curso académico 2012-13


vivir la vida, es el sentido de la educación
SI ESTUDIAMOS ES PARA TOMAR CONCIENCIA Y POSESIÓN DE NUESTRO LEGADO HEREDADO


¿Para qué si no nos educamos, sino para lograr una adaptación-superación, y garantizarnos la supervivencia con las máximas garantías de pervivencia y plenitud, y dentro de esta plenitud, la satisfacción (mas allá de las necesidades) del disfrute y gozo de todos nuestros COMPETENCIAS HUMANAS HASTA LOGRAR LA AUTORREALIZACIÓN?

VIVIR LA VIDA: la vida es una donación.

Dicen que es un derecho, pero en realidad se nos da sin nuestra participación. Y dada, se nos obliga a su custodia, por lo que en realidad no es derecho sino obligación. Pero, dejemos esta disquisición de IMPOSICIÓN, considerémosla una "herencia", una oportunidad, en función de unos "prerrequisitos". 

Como herencia, a cada uno de nosotros nos corresponde una parte desigual a la del otro (no hay nada igual en la vida), y con esta porción hemos de proseguir el camino-nuestra existencia. Por tanto, en cuanto que la herencia nos es desigual, nunca somos iguales. Otra cosa es que anhelemos que en el trato, en la "ley", se nos ofrezcan oportunidades similares. Esto es también un deseo, un acuerdo entre las partes, en base a que sí somos herederos por igual.

Pero volvamos al inicio: VIVIR LA VIDA ES LO QUE DA SENTIDO A LA ACCIÓN EDUCADORA. Si para algo existe el sistema educativo es para "vivir la vida con sentido". Y en el sentido de la acción educativa entra en juego la cultura y la civilización donde ese individuo se ubica. Estos elementos criban y ciernen y también distorsionan el ejercicio de tal derecho.

En cuanto que todos somos herederos legítimos de nuestro acerbo biológico, cultural y tecnológico, todos sin exclusión debemos poseer este legado, en la medida que lo sepa y pueda disfrutar y regentar, si bien la posible "incapacitación" no puede ser "a priori", sino en cuanto que cada cual, haciendo uso de su derecho, disfrutará de la parte que realmente es capaz de consumir. El derecho a la educación es inherente a la vida.

Las denominadas asignaturas o materias o áreas, son sectores del conocimiento que encajaran en mayor o menor medida en los esquemas de pensamiento y aptitudes del "heredero/a". Quiero aquí presentar una consideración: a menudo requerimos personas que desarrollen funciones para las que pueden estar suficientemente capacitadas pero que luego, por el cargo que se les asigna, se les añaden otras responsabilidades (podríamos considerar circunstanciales) para las que "si bien se les supone" luego se demuestra incapaces e ineptos. Esto pasa en todos los oficios y profesiones, cargos y encomiendas, de ahí que la sociedad deba revisar y corregir ciertos cargos y funciones encomendadas o delegadas.

Estúpido yo, entre lo más tupido -considerado así por nuestra sociedad-, puedo hablar ahora con la simpleza, y también con la claridad con la que habla el infante o el ignorante. De igual modo que el poeta de Moguer buscara la poesía pura, o con la antipoesía, Nicanor Parra, pretenda des-cubrir e iluminar la realidad en la que nos desenvolvemos y envolvemos. En esto ha de consistir la verdadera educación en re-velar la vida.

Este es mi proyecto educativo, mas allá de los elementos programáticos al modo formal y circunspecto que obliga la oficialidad "ministerial".





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