Érase una vez un mentecato que creíase lo que le decían, que si era inteligente, que si lozano y atlético, con sentido del humor y de conversación interesante: ¡Vamos!, era el hijo soñado, el amante perfecto, el amigo ideal, el comprensivo padre y el cariñoso esposo... toda una pieza de regalo. Pero no. No existe sino en la literatura tal personaje, y por supuesto en la ficción de nuestras creencias, ya que podemos creer lo que queramos.
Lo que sí existe, creámoslo, es nuestra condición genética, la que nos hace nacer, vivir y morir. Y nacer, vivir y morir con condiciones. Condición por condición, no hay más.
Hoy día de la concienciación o concientización de la discapacidad, tomemos en cuenta las limitaciones que nos regulan. Y desde un sentido de realidad, asumir nuestra condición humana. Condición condimentada de particularidades, llamémoslas así. Sí, existen discapacidades crónicas y temporales, sobrevenidas y traumáticas... las causas son infinitas, las posibilidades o probabilidades abiertas. Un simple virus en un momento o en otro puede provocar... efectos distintos. Un trauma se restablecerá según la edad,.. y no es lo mismo en fase embrionaria o infante, que ya en un individuo hecho y derecho.
Dicen que oímos lo que queremos oír, y así sucede. Por ser hoy el Dia Mundial del reconocimiento de la Discapacidad, tomemos conciencia que ante las "dificultades" de cualquier rango, condición o grado, los limites los establecemos nosotros, una veces personalmente otras el entorno, nuestra sociedad. Y no se nos puede discriminar por nuestra condición física, étnica, sensorial, emocional,... pese a que se hace. Por este motivo debemos ser vigilantes y activos. Para y por ello debemos de disponer de un criterio de un modelo objetivo y óptimo de referencia en nuestras vicisitudes diarias y cotidianas.
un momento oportuno puede ser mientras nos "formamos"
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