Somos también "lo que no somos"
Las personas no somos grande por el tamaño sino por nuestra
esencia, una esencia que se dimensiona en nuestras obras y
"productos", pero que queda por encima de éstos y se trascienden más
allá de las meras apariencias. Tú no eres sólo lo que haces. No nos podemos
conceptuar por unas facetas concretas,... Somos también "lo que no
somos".
Nuestra templanza o sonrisa, nuestro simple comportamiento en un
determinado momento puede tener una gran significación en los otros. Los
gestos, más del cada día y en esas circunstancias adversas, te engrandecen.
No será por tanto el tamaño, la altura, el puesto laboral,
social,... eso, ¡la apariencia! que desarrolles, los que te den relevancia. Recordemos
siempre, también debe contar tu esencia, la cual cada uno ha de descubrir en sí
mismo, en esa labor que nos lleva toda la vida.
Tu esencia es un valor e identidad que hemos de saber configurar
e integrar en nuestra propia conciencia y esquema conceptual de uno mismo,
porque muchas veces otros querrán "posicionarnos" en un rol “laboral-social”,
asignado por/en un entorno que te limita.
Y tú debes saber que ese "trabajo" es una tarea que
concluirás un día y de la que debemos saber desprendernos... La mariposa
no era la crisálida, el ave no
era el huevo... Debemos concebirnos y conceptualizarnos
como proceso... transformación que va camino de un crisol, la muerte, que a su
vez debe ser algo más que un final.
Cada día tiene su
amanecer y su ocaso.
Y cada jornada sucede a
la anterior.
Rafael Parejo Herrera, 30 de mayo de 2014
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