... en los cimientos de nuestro Instituto

domingo, 21 de junio de 2015

Aquí lo clavo...   una fantasía, pura, y nada más que fantasía literaria, "montada" sobre referencias y anécdotas captadas al azar, de allí y allá, en unas circunstancias o eventualidad dispares...  ( cada cual encontrará su explicación y comprensión )


Conmemorando el 25 Aniversario del I.E.S. nº 6, “Bahía de Almería”

Un Relato Corto: “en los cimientos del Instituto

Pocas personas conocen y por desconocer ignoran, que este instituto se sitúa en el antiguo callejón del niño hermoso, cuando el solar era parte de la extensa vega del río.

En aquellos años, ya ahora lejanos, anduvo por estos parajes un individuo turbio, al que identificaban como el “Sacamantecas”, un pobre desgraciado de apariencia repugnante, mal vestido con harapos, y desaliñado aspecto. Su barba enmarañada, y sus cabellos greñudos; su boca con pocos y ennegrecidos dientes; sus ojos pequeños y legañosos... ya verle causaba puro espanto.

Parece ser que de un golpe raptó a un niño cándido, tranquilo y rechonchón, lo encajó en una gran saca y lo cargó sobre sus hombros, huyendo raudo de la finca familiar. Al pasar junto a una obra que luego resultará ser los cimientos del actual instituto –curiosamente el nº 6, número que los hechiceros, quirománticos y esotéricos asocian con actos diabólicos-, se le escapó.

El niño hermoso, huyendo, fue a caer en un agujero que horadaba la gran placa rocosa sobre la que se cimienta el edificio. El niño lloraba, y el Sacamantecas, para evitar alarma, tapó la boca del agujero. No dando por perdida la intención de sacrificarlo, decidió mantenerlo vivo pero oculto para que no se conociera el delito.

El niño que entonces rondase los 6 años tuvo que aprender cual Mowgli, a sobrevivir en esa gran caverna que por suerte existía debajo de la gran lasca rocosa. El malvado, por conveniencia, le pasaba por la oquedad oculta,  los alimentos que sisaba... .

En estas condiciones fueron pasando los años... y al niño lo dieron por desaparecido... y olvidado... si bien, sordamente y confundidos, suenan quejidos, llantos como maullidos, transmitidos desde los cimientos a los pilares del instituto.

Nadie puede imaginar la realidad de este secreto que se “olvida” y se siente, pero incomprensible, pasa inadvertido.


Es una colaboración conjunta del Aula Específica para la conmemoración.

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