Después de cinco dias intensos de trabajo sobre el autor y sus circunstancias, (Miguel de Cervantes y su Ingenioso Hidalgo ...) personales y contextuales... refiriendo curiosas sugerencias que pensar, por ejemplo: los diez años de recaudador fiscal por tierras andaluzas ... y pensar, ¿si fue coincidencia que sólo recabaran impuestos en estas tierras "castellanas de conquista" y no catalanas o vascas ... Pero no ha mucho tiempo, ni recursos donde olfatear y curiosear ... tan sólo que ...
Considerar
la obra culmen de Miguel de Cervantes como un cúmulo de aventuras disparatadas
y ridículas resulta cuanto menos un desprecio y, más aún, un desperdicio de la
valía que encierra su contenido.
La
aportación que Miguel de Cervantes nos hace en su novela culmen, resulta no
ficción alucinógena e incoherente sino una DESCRIPCIÓN METAFÓRICA Y
METACOGNITIVA DE LA REALIDAD EXISTENCIAL que, sobre su vida concreta,
extrapola a una sociedad sumergida en engaños, forzada a emprender empresas
absurdas y descabelladas, y en las cuales transcurre entre mofas y pamplinas, cuales
peleles; cuyas vidas se les desangra inútil y absurdamente...
Tal frustración
de tantas experiencias vitales vividas por él, las podía haber volcado en otro
tipo de literatura, pero desde un sano sentido del humor, las expone como una
"vida paralela", ondulando "en segunda persona" sobre
realidades superpuestas, de ahí que diera pie a ese "realismo
mágico" desarrollado por literatos posteriores.
Y es tal la enjundia de su riqueza que cual naturaleza, si sabe ser labrada, surte y aporta sorprendentes cosechas de frutos diversos. Dicha obra encierra inteligencia y gracia, gracia e inteligencia; así, a los simples, contenta; y a los sabios sorprende, por sus agudas coherencias.
En cada
mundo encontramos, que existen otros muchos mundos; en todos, los protagonistas
son de dar consejos y mandatos a los demás, que ellos no siguen la mayor de
las veces... dando, “como gato por liebre”, fiascos. Concluyendo en igual
peligro en el que sucumbe el protagonista "iluso", al confundir la
realidad con las apariencias y de tropeles y oropeles, amontonamiento y
retorcimientos, humareda, y aspavientos, llegando a tomar al rebaño por ejército,
la venta por castillo y el surcar los aires creer alcanzar el logro de
Ícaro o Pegaso, sólo por cabalgar en la montura de Clavileño. O confundidos por
el tamaño, interpretar que lo grande es de mayor valía, y lo agigantado de
imposible alcance...
¿Cuántas empresas emprendidas de buena fe por el hombre no
resultan a avenirse en fracaso, y analizando al tiempo pasado lo acontecido,
detectar los muchos fantasmas falsos, sin embargo, en sus momentos primeros
pareciéranos sólidos, contundentes y exactos?
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