... noción y nación ... NOCIÓN por NACIÓN

NOCIÓN   Y   NACIÓN:

“Noción”, de gnosis, resulta ser “acceso al conocimiento” y el conocimiento es acción, … de/para progresión.

“Nación”, lugar de nacimiento, donde uno ha nacido. Resulta ser una consecuencia pasiva, pues … “nadie nace ni vive por voluntad ni elección propia sino por la de otros, y donde de por sí le resulte más favorable..."

Así pues, será cuestión que elijamos desde la libertad de opción discerniendo por el conocimiento. No podemos dejar ni amparar que el nacimiento nos determine, porque aparte de injusto por parcial y aleatorio, vivir de la herencia resulta engañoso ya que en si se agota y marchita.

Nuestra identidad no la podemos FUNDAMENTAR en los factores hereditarios que nos sujetan a las trabas y al regreso, frente al reto del progreso.

La construcción de nuestra identidad personal, proceso que todo ser humano ha de realizar en su vida en el contexto social que le toca vivir, ha de fijar sus raíces en el conocimiento, porque es en esta cualidad esencial y peculiar del ser humano desde donde puede crecer su dignidad y verdadera autoestima. El conocimiento nos hace discernir y encontrar soluciones a los problemas que la herencia simplemente no resuelve y perpetúa, porque no los afronta.

La solución que ofrece la “Nación” frente a “Noción” resulta ser el enrocamiento, el aislamiento y el bloqueo… y tarde o temprano habrá que echar a andar, porque la vida es movimiento, solo puede concebirse como dinámica, y no como regresión-revisión a modos retrógrados.

Por crecer, todo ser vivo se transforma, no hay crecimiento si no hay transformación … Y el nacionalismo resulta ser el complejo colectivo de una sociedad que no quiere cambiar, ni crecer, cual “Peter Pan”, y que espera de una Campanilla ficcionada, unos polvos mágicos ilusos que les haga volar para alcanzar la soñada libertad … imposible de atrapar pues es por sí ficción fraguada. El nacionalismo se alimenta de cuentos pretéritos, de emuladas gestas ilusorias que lleva a ese mundo de “Niños Perdidos”, en el que sólo se puede sobrevivir, sin vivir, al permanecer en latencia.

Por vivir, emigramos. Por vivir nos superamos y nos arriesgamos, pactamos y progresamos. Es en el conocimiento interior de cada uno, donde hallamos la luz y la fuerza para avanzar, y no en la iluminación de un fantasma alucinado, es aquí, por tanto, donde se halla el punto de apoyo de nuestra actual situación: “noción por nación”.