Divini/dad - Divitali/dad (la vida divina)
o la divinización de la vida
Todos los seres
humanos llegamos a la vida a través de una madre. Por la misma edad e inconsciencia,
no somos capaces de percatarnos por nosotros mismos de nuestro nacer, sino al
comprobar y ser testigos, en otros, del acto del parto. Las carnes de una madre se abren
manando junto a la sangre, a la nueva criatura, un ser con identidad reconocida y de
la cual se da fe de su nacer y testimonio de su mismo crecer…
Los lazos
afectivos entre la madre y el nuevo ser, suponen unas fuerzas dinámicas que estarán
presentes en toda la existencia de esa criatura... Y, cuando se habla del destino… no es sino
las convicciones que se traban entre estos dos seres que transmiten continuidad
al camino... pues, el nuevo sujeto labra su vida -como anteriormente su gestación- a través
de un ligamento ("o cordón umbilical") que vincula la descendencia y la herencia, no
solo material sino espiritual. El ser humano logra hacer historia, y por la
historia la cultura.
Esta cultura se
divinizará y convertirá en religión … por esta razón no se habla de madre, sino
de "diosa madre", y esta divinidad se proyectará a la vida, a una misma vida
celestial sidérea … de este modo se crea una imagen de inmaterialidad y de
eternidad.
En esta madre, “gran
mater” que materializa las posibilidades de la vida se concentran los procesos
generativos y generadores: la fertilidad y la sexualidad, y viceversa; la
provisión y la nutrición.
¿Y quién es esta “mater” sino la misma Tierra que
cada ciclo anual, o menstrual, se permite la fecundidad y que, tras hincharse,
revienta las posibilidades de medios abundantes y copiosos que/para, garanticen de nuevo la misma vida que se regenera y renueva … ?
Así es fácil que
tras la fascinación se acceda a la veneración y adoración… pues creamos los
conceptos “que elevamos a credos”, a partir de la racionalización de nuestras
experiencias vitales. Por esta razón, resulta tan difícil el escindir y separar las creencias creadas por nuestras vivencias intimas y colectivas... por eso mismo de, "vox populi, vox dei", o más vulgar: "¿Dónde va Vicente? ¡Donde la gente!" SENTENCIA propia de nuestra gregariedad, pues somos especie de aglutinamiento y colectividad.
TODOS VIVIMOS Y DEPENDEMOS DE LAS MISMAS CIRCUNSTANCIAS.
TODOS VIVIMOS Y DEPENDEMOS DE LAS MISMAS CIRCUNSTANCIAS.
y … leer, tal vez entender …
cada cual, visto lo visto, elija su "por qué".
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