TODO
SER ES EL RESULTADO DE … SER EN SU MEDIO
Una persona, toda persona,
ha de descubrir por sí misma su “leiv motiv”, su genuino sentido en su
existencia, su proyecto de vida. Este
proyecto, es proyección de futuro y es presente, que ha de hacerse realidad en el día a día. Pues resulta ser fruto de
una libre opción y decisión.
A partir de este “punto de
apoyo/momento de fuerza”, todo lo demás
pasa a segundo orden… -si de verdad se está convencido-; hay momentos en la
vida que tenemos que “de-mostrarnos a nosotros mismos… algo”, pero también llegaran
otros momentos posteriores en los que ya no nos será necesario. Cada uno ha de
saber-conocer sus tiempos.
Ese momento de autodemostración
no es sino descubrimiento de uno, en uno
mismo en el contorno y contexto. Porque TODO SER ES EL RESULTADO DE SER EN SU MEDIO.
Esta presencia y existencia
debe ser en armonía, en justicia y equilibrio, las cuales producen paz y
progreso, mediante la superación, el esfuerzo personal y la creatividad,
resolviendo nuevas soluciones, aportando y recibiendo transacciones de uno
mismo con los demás y de los demás, en un clima de equilibrio, o ecosistema,
con el medio físico y social (quid pro quo).
“Quid pro quo”, locución latina
que significa «quid en lugar de quo», es decir, la sustitución de una cosa por
otra, «algo por algo» o más genérico, “hoy por ti, mañana por mí”, en
situaciones reversible e equiparable.
Siempre, por tanto, en el filo mismo del dilema: los otros y tú,
tú y los otros… en el juego de la dinámica de la paridad: a
ti como a ellos, a ellos como a ti… para desde el equilibrio de la justicia disponer de la armonía…
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