Toda acción deja una huella

Toda acción deja una huella.

Buscando la operatividad y el beneficio -con los recursos disponibles- de la función práctica en nuestro hacer, así como aplicar y plasmar esa relación asociada y biunívoca entre nuestra acción y la inherente reacción. Así como la explicación que aplicamos ante el hecho observado … [porque al fin y al cabo la educación es reacción-explicación ante un hecho o acto observado por el sentir de nuestros órganos sensoriales ... ] tras sentir el peso, lo medimos; y tras medirlo, lo podemos comparar, no ya los objetos, sino sus características seleccionadas ... en este proceso cada cual capta y elabora lo que fuera capaz ... porque las actividades siempre se plantean abiertas.

Tras la observación, la evaluación mutua del proceso y del resultado. No se busca simplemente evaluar, sino captar y procesar; el tiempo hará luego lo que en todos, recordar u olvidar.

No podemos presuponer que: si el alumno no aprende, no pueda aprender posteriormente. 

Y considerar que "no somos mejores ni más recordados por lo que les enseñáramos, sino en cómo les tratáramos".  Así, bien hagámos  cada cual nuestro menester lo mejor que sepa y pueda.

Mediante esta tarea, lo primero que realizamos fue coger un objeto, y tras sostenerlo en la mano, sentir la acción de la gravedad sobre su masa. Esta actividad fue contrastada al sostener posteriormente una pesa de plomo, que si bien pequeña, mucho más pesada … (hubo que se sorprendió, pues todo pesa pero ...). Al tener que ir colocando distintos pesos-patrones -o estándar- estábamos recurriendo al instrumento de medir su pesaje. Así, mediante la balanza, equilibramos-igualamos, por comparación, el peso de una materia con otra.

Tras la observación primera, cual modelo, cada alumno realizó un ejercicio por si mismo. 

Al ser diferentes cuerpos sólidos, los objetos utilizados por ellos, cabían dotar diferentes resultados, si bien el valor o factor peso podría ser comparado porque este parámetro resultante, si puede ser tratado en igualdad.

Mediante el fraccionamiento e igualación íbamos añadiendo pesas hasta lograr el resultado. 

Luego debíamos hacer constar, la suma de la unión de las partes intervinientes: ordenando las cifras y operando posicionalmente en base al sistema decimal. Hasta lograr determinar el peso total como la suma o unión de las partes. 

Al obtener el peso total de un objeto, éste podía ser comparado con otro, y observar-obtener su diferencia: lográndose conocer con exactitud quién era más pesado y cuánto difería entre ellos.