De cara a
la fecha del 23 de abril, “Día del Libro”,
porque en dicha fecha vinieran a coincidir el fallecimiento de dos magistrales
escritores en sus respectivas lenguas vivas, actuales.
Y con esta
ocasión y motivo concienciarnos de este recurso y herramienta que transforma la
comunicación humana propiciándola y permitiéndola trascender espacios y tiempos,
y tambien, sentimientos y pensamientos.
A través de
las palabras escritas y acopiadas en los libros compendiamos nuestro saber,
desde tiempos pretéritos a tiempos futuros, pues en las sondas enviadas al
espacio, hemos incluido estos hechos de diferentes modos descritos.
El libro
cual cofre, un acopio de palabras, que en sus caracteres encapsula ideas, ideas
que atrapan conceptos, acciones y actores. … los conceptos nunca son estáticos
ni hieráticos, sino dinámicos, y como peldaños, nos trasladan de lo concreto a
lo abstracto… y viceversa. Y quienes son
capaces de captar explicaciones-relaciones abstractas, pueden secuenciar los
pasos concretos que dieran acceso a lo abstracto. Escritos son las formulaciones matemáticas y químicas y las partituras musicales y sus escalas, ...
A través
del “libro”, el ser humano viaja, y se adentra en el mundo externo, y en su
mundo. Comprende, de comprimir y atrapar las esencias. Trasciende de sublimar y
aleaciona de fundir, hasta el punto de confundir la realidad con la ficción. La
palabra puede alentar y destruir, levantar y hundir, tanto declarada-fonada
como lapidariamente escrita. La palabra puede ser hueca y vacía, y tan
destilada su esencia, que por sí sola abrir o cerrar conciencias e
inconsciencias.
Por esta
razón quienes artífices supieran obtener y demostrar tanta riqueza en las
palabras guardadas, y a más que por coincidir los dos en su fenecer igual día,
tanto nuestro Miguel de Cervantes Saavedra para nuestra lengua hablada y
escrita, como para la inglesa, William Shakespeare.
Muchas
otras lenguas existen, existieron y existirán, porque la lengua es producto y
uso del humano, y si algún día se lograra la comunicación telepática será
recordada por su riqueza sonora, su prosodia como nana o grito, como salmodia,
mantra o melodía.
De dos
artífices hacemos hoy recuerdo, también de quien escribieran en sumerio, sanscrito,
chino, griego, maya, … y tantas otras que habladas no llegaran a ser escritas,
…
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