TENDER UN CORDAJE QUE NOS PERMITA UNA MALLA CON LA QUE AMORTIGUAR LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRA REALIDAD

martes, 14 de abril de 2020



EL PENSAMIENTO CONFINADO … O,

¿CÓMO NAVEGAR POR LA IMAGINACIÓN EN UN ESPACIO REDUCIDO … ?



ANTE ESTA REALIDAD INMEDIATA, PRESENTE Y PERMANENTE, EN LA QUE CADA INSTANTE PRETENDEMOS TENDER UN CORDAJE QUE NOS PERMITA UNA MALLA CON LA QUE AMORTIGUAR LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRA REALIDAD.


LA IMAGINACION CONTROLADA SIEMPRE HA SURTIDO, CUAL EFECTO DE LA MEDITACION EN EL YOGA, LA CREACION DE UN MUNDO ALTERNATIVO AL REAL, CON EL PROPÓSITO DE COMPENSAR Y NIVELAR LAS TENSIONES PROVOCADAS POR LA PRESIÓN DE UNA REALIDAD EXTERNA OPRESIVA.


NO ES EVASIÓN Y HUIDA, ES COMPENSACIÓN PARA REEQUILIBRAR LA OPRESIÓN QUE SE SOPORTA EN ESTA SITUACION IMPREVISTA QUE NOS CAPTIVA EN UN CAUTIVERIO INJUSTO, EN LA QUE SE SUFRE CONDENA SIN HABER DELINQUIDO … 


Y ES QUE UNA VEZ MÁS NOS ENCONTRAMOS “CONTRA LA PARED” CASTIGADOS POR EL ABSURDO DE SER TRATADOS DE ESTE MODO SIN MERECIMIENTO ALGUNO … CONSTANTANDO QUE “NADIE ELIGE NI LAS CIRCUNSTANCIAS, NI EL MODO CÓMO HA DE VIVIR, TODO NOS VIENE SOBREVENIDO POR UNA AZAR ALEATORIO …” NI MÉRITOS LOGRADOS CON LOS QUE TROCAR PRIVILEGIOS, NI DELITOS COMETIDOS PARA SUFRIR INFORTUNIOS … 


“LOS NIÑOS NO ENTIENDEN …”.  ¡NO NOS ENGAÑEMOS, NI INFRAVALOREMOS SUS RECURSOS! SI ALGO TIENE UNA MENTE PLASTICA Y FRESCA, ES LA CAPACIDAD DE OBSERVACIÓN Y CAPTAR LOS DETALLES QUE A NOSOTROS NOS PARECIERA INSIGNIFICANTE Y CARENTE DE SIGNIFICACIÓN; Y ASÍ, DEL OBSERVAR, EL JUEGO DE LAS ALTERNATIVAS POSIBLES. LA CREATIVIDAD DE LO IMAGINABLE EN LO POSIBLE Y TRANSFORMABLE. A ELLA APELO SI SOMOS CAPACES DE VACIAR LOS TORPES MODELOS QUE IMPONEMOS … PARA PENSAR LA FUERZA GRAVITACIONAL, SOLO HIZO FALTA EL EFECTO DE LA CAIDA DE UN OBJETO; PARA CONCEBIR A “EL PRINCIPITO”, LA AVERIA DE UN MOTOR EN VUELO; PARA EL PRINCIPIO DE ARQUIMEDES, UN BAÑO DE AGUA, … 


DEJÉMOS QUE HAGAN COSAS, SUS COSAS, QUE ARRIESGUEN, QUE MIDAN SUS FUERZAS Y SU CAPACIDAD DE CONSTANCIA, SIN NUESTRA VIGILANCIA INTIMIDABLE, SIN LA SUPERVISIÓN PROTECTORA QUE ASUME Y SUPRIME SU RESPONSABILIDAD …





Y SOLO COMO UNA SUGERENCIA, UNA POSIBILIDAD, … OFREZCO UNA ADAPTACIÓN DE UNA NOVELA DE UNA TRAVESÍA QUE DURARA DOS AÑOS, DONDE SUMERGIRNOS CON NUESTRA IMAGINACION EN OTROS MUNDOS Y SUEÑOS … Y LOS PROTAGONISTAS SON ELLOS, JÓVENES ASUMIENDO RIESGOS Y AVENTURAS … ESTA ADAPTACIÓN SÓLO PRETENDE SER UN SOPLO A ESE BARCO DE PAPEL QUE SOBRE UN POCO DE AGUA EN UN BALDE HAGA QUE SE MUEVA … SOPLEMOS, INSUFLEMOS SU IMAGINACION, Y ELLOS VOLARAN COMO POMPAS DE JABÓN ARRASTRADAS EN EL AIRE …



Sin pretensión de gestar algo importante, sino que les sea atrayente -a mis alumnos-, procedemos a realizar una adaptación de la novela de Julio Verne,



“Dos años de vacaciones”.



Así los protagonistas serán:



David: Vidad –tripulante-

Leyla: Leya –tripulante-

Jesús: Sujes –tripulante-

Ángel: Legan –tripulante-

Mª C.: Maca –institutriz y enfermera-

Rafael: Flare –mantenimiento-




Primera parte: Capítulo 1



En la noche del sábado 14 de marzo, de aquel año, comenzamos nuestra travesía confinados en una goleta.


Las nubes se confundían con el mar sin apenar poder abarcar con la vista sino cortas distancias alrededor.


En aquel mar embravecido, y con unas grandes olas rugiendo con locura, avanzaba nuestro barco.


Eran las once, llevábamos ya horas de oscuridad, pero aún quedaban más hasta el amanecer y poder alcanzar con ansiedad las luces de los primeros albores. Eso sería hacia las cinco de la madrugada. Faltaban interminables horas, seis eternas horas para poder atrapar al menos luz con las que poder ver algo y entender la situación que nos rodea.


En la esperanza del día, la ilusión que la tormenta amainara y sobrepasasen los peligros de un incierto y temido naufragio.


En la parte trasera de la embarcación, sobre la popa, donde la rueda del timón, se hayan tres muchachos. Dos de 19 años, y uno de 16, acompañados de la única chica, de 17. Reunían todos ellos sus fuerzas para intentar gobernar la inclinación del barco, bamboleándose de babor a estribor, constantemente merced a las altas y robustas olas.


¡Ardua, e imponente tarea! Y pese al bestial esfuerzo que ejercían, corrían siempre el riesgo, que una de estas olas embravecidas, les derribara y arrastrara desde la cubierta a los revueltos torbellinos del mar. Es más, poco antes de las doce, un fuerte golpe de mar azotó el costado del yate y fue suerte que no se rompiera el timón.


Los chicos, que derribados, se incorporaron enseguida.

-       ¿Funciona bien el timón, Legan? – preguntó uno de ellos.

-       Sí, Vidad – respondió Legan que volvió a ocupar su puesto conservando toda su sangre fría.

Luego, volviéndose al tercero de ellos, añadió:

-       ¡Agarráte bien Sujes, y no nos acobardemos que hemos de superar esta tormenta!


Estas frases fueron dichas con una voz desgarrada por el mucho esfuerzo en gritar. Y volviéndose a la chica dijo,

-       ¿Estás herida, Leya?-

-       No Vidad, pero mantengamos al barco de popa a las olas, si no queremos irnos a pique -


En aquel momento se abrió la escotilla y asomo Flare, la cabeza a nivel de la cubierta, preguntando interesado.

- ¿Cómo se encuentran, hay que relevar a alguien?

- ¡No!  Estamos bien. ¡Vuelve dentro! - Ordenara Vidad a Flare.


En este momento, el que aún estaba la escotilla abierta, una grandiosa ola chocó contra la popa, salpicando abundante agua sobre la cubierta, pero por el propio impulso del golpe pudo Flare cerrarla, evitando que entrara gran cantidad de agua al interior de la nave.


La mucha lucha y ocupación les distraía del miedo que tanto la oscuridad como el peligro posiblemente les infundiera en otras circunstancias.


En el interior, Maca improvisaba como podía una comida caliente con la que restablecer el calor de los cuerpos empapados, y ateridos de frío por el fuerte viento que a todos batían, y así lograr no llegaran a entumecerse.


-       ¡Cuidado …! ¡Otra ola! –Exclamó Laya

Otro violento golpe se volvió a sentir en la popa, haciendo tambalear a los chicos, … pues solo estos chicos jóvenes eran los tripulantes de la goleta junto con su institutriz que les acompañaba y el encargado del mantenimiento. Seis navegantes en total en la nave se hallaban.


Así, en tal embarcación y situación, nadie más a quien recurrir para poder resolver las muchas dudas con las que se enfrentaban en cada momento. No sabían cómo, ni dónde se encontraban, … Durante el día habían navegado con facilidad, con lo cual, habían recorrido buena distancia. Ya por la tarde atisbaron lejana, la nubosidad de una oscura borrasca que se les avecinaba. En mal momento se les vino encima porque, a la violencia de las agitadas aguas y las ráfagas tempestuosas, las grandes olas y la oscuridad. Así el barco no era menos que una cascara de nuez bamboleándose entre las rizadas olas que vapuleaba con violencia los costados de la nave, haciendo crujir sus maderas.


Sabían, sólo sabían que se hallaban en medio del Océano Atlántico, que se valieron de los vientos alisios que le llevaban hacia el ecuador del planeta.


La nave era manejada por aquellos escasos brazos y manos no tan curtidas para poderla maniobrar, pero su carestía era solucionada por la agilidad y entrega de los esforzados jóvenes valientes que con ferocidad se defendían cuanto podían. 


A las dificultades del gobierno de la propia nave, había que sumar las dificultades de las intrincadas e inmensas olas del violento océano en la negra noche.


-       ¿Qué hacemos? - Preguntara Leya.

-       ¡Todo lo que bien podamos si queremos salvarnos! -  Respondiera Legan.

-       ¡Vamos! ¡Resistamos, que podemos!

Respondiera Vidad al momento, para no dejar que el silencio hiciera en sus almas estragos. En efecto, la tempestad era cada vez más violenta y el viento amenazaba fuertemente sin dar tregua ni respiro. Como verdaderos héroes, cuando el hombre más enérgico apenas hubiera podido conservar alguna esperanza. Pero así eran estos chicos, como fieras defendiendo sus vidas en colectivo.


Las huellas de la batalla batida con el mar, dejaba sus heridas. De aquella esbelta goleta, ahora con sus mástiles rotos o a punto de quebrársele los palos, ninguna vela controlaba sus fuerzas, pues el cordaje desgarrado no sujetaba ni permitía controlar al barco. Tan solo la rueda del timón les valía para gobernarla, a la que, hechos un nudo a ésta, los cuatros valientes muchachos, defendían su gobierno.


Todo por dar la espalda o el frente a las olas, pero las mismas aguas revueltas desplazaban la nave de lado a lado y si las olas atacaban los costados la echarían a pique barriendo a los tripulantes de la cubierta y arrojándolos al abismo …


Las olas más veloces que la goleta de un huracán seguía sin perder fuerza. La nave tan pronta levantada en la cresta de una ola, como al instante pareciera irse a hundir en el fondo del abismo. Los cuatro muchachos miraban atónitos aquel caos de las desordenadas aguas, comprendiendo muy bien que, si no volvía pronto la calma, una embestida del mar o el desfallecer de sus agotadas fuerzas, dieran por perdida la batalla.


y en los días siguientes ... páginas seguiran ...







  ... día a día iremos surcando este mar loco de letras ... porque lo importante y gratificante es navegar, contra viento, corriente y mareas ... que para vencer, hay que luchar. 

                       ¡Ánimo pues, y cada uno a su tarea!

(Transcurrido un mes: 14 de marzo - 14 de abril)








SITUACIÓN GEOGRÁFICA y CONDICIONES METEOROLÓGICAS:



Isla de Santa Luzia -de 35 km2-, en islas de Cabo Verde.

Las condiciones meteorológicas y medioambientales de la isla, se caracterizan por temperaturas suaves –debido a la Corriente que baja de las Islas Canarias y los vientos alisios que soplan desde el nordeste, especialmente entre noviembre y mayo.

Esta temperatura suave se manifiesta en una oscilación térmica que va entorno a los 23º en enero y los de 27º entre agosto y octubre … precisamente en este período entre agosto y octubre se da la ESTACIÓN LLUVIOSA.

Y otra particularidad, la zona de barlovento llueve menos, así como su temperatura oscila entre los 19 y 23 en la época más fría y los 23 y 27 la más cálida. Mientras la zona de sotavento, le ocurre que hace más calor y llueve más, entre 19º y 20º cuando más fresca y hasta los 29º cuando más calor. Con la particularidad que cuando entre mayo y octubre sopla el viento del desierto, (vientos denominados harmattan) las temperaturas alcanzan los 35º-37º inmersos en una pesada calima.

0 comentarios:

Publicar un comentario